Déjame
por un instante sumergirme en la locura de los artistas,
olvidar
las reglas que impone el hombre,
No le temo a la aventura de vivir en un mundo surrealista,
porque
mi espíritu no conoce otra verdad,
mas
que aquella que me eleva hasta las fronteras de lo imposible.
El
día que deje de soñar, mándame flores blancas,
para
que aun con mi partida,
pueda
recordar la inmortalidad que tienen las palabras,
en el suspiro profundo de los recuerdos...
Por: Maria I. Conde P.
en el suspiro profundo de los recuerdos...
Por: Maria I. Conde P.

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