Para ti, dulce, tenaz, sacrificada, luchadora, para ti todo mi respeto y toda mi admiración.
Cantan
todos a sus logros, a sus grandes cosas; nos hablan de sus virtudes y de sus
memorias.
Pero
yo quiero decirte a ti, silenciosa que te levantas la primera, al atisbar los
rayos del sol; mujer de mil nombres, de mil caras, de mil horas; compañera en
la lucha y con tiempo para el amor o el desamor.
A
ti, que día tras día vas a trabajar, a la oficina, al campo, a la fábrica, a la
calle, al mundo a remar y salir adelante.
A
ti, que aunque llegas extenuada, rendida, todavía guardas una sonrisa, y
reservas para amar a tu familia.
Me
viene este canto de lo más profundo de la vida; acumulado estaba el homenaje a tan
maravilloso ser.
Muchos
versos había escrito, pero a ti te lo debía; madre, hermana, esposa, hija,
compañera… mujer.
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