Hace poco me encontré este libro entre el montón de libros
que tengo en casa, la verdad es que no sé cómo llego ahí, pero me llamo la atención
el título; de que tratara este libro, me pregunte, así que lo abrí y empecé a
leer, me atrapo desde las primeras líneas, lo leí completo en un fin de semana,
simplemente no podía dejar de leer, tuve que hacer un gran esfuerzo para ir a
dormir ese día sábado y continuar la lectura al día siguiente hasta terminarlo.
La lectura es amena y ligera, te atrapa desde el comienzo, como ya dije; conforme iba avanzando en la lectura, me recordaba otro libro muy bueno que leí hace tiempo, viaje al centro de la tierra, de Julio Verne, hay ciertos parecidos en la trama de estos libros, ya lo verán.
Este libro cuenta la historia de Rudolph Green, un joven
traductor que habla once idiomas, cuatro dialectos y tres lenguas muertas,
Rudolph soñaba con ser expedicionario y su gran oportunidad le llega cuando le
piden traducir un extraño mensaje que se había encontrado dentro de una lata de
tomate. El mensaje no parecía ser nada extraordinario, razón por la cual no le
da importancia su dueño original, pero Rudolph decide investigar mas y así
comienza su fabulosa aventura, que lo lleva a una extraña biblioteca en la
ciudad de Roma donde conoce a un grupo de personas que conformaban una sociedad
secreta y que se hacían llamar los anticientíficos,
estos resguardaban un conjunto de teorías y conocimientos peligrosos para
el planeta, créanme por momentos creerán que es verdad.
En ese grupo conoce a Graziella, de quien se enamora, ella esta
buscando a sus padres, quienes habían viajado a lo más profundo del mar para
acabar con el monstruo que destruiría a la tierra.
Les encantara realizar ese viaje al fondo del mar
junto con Rudolph y los anticientíficos, sus teorías anticientíficas les
fascinaran y como ya dije antes, por momentos no les parecerán tan locas.
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