Cuantas veces nos hemos encontrado en algún momento de
nuestra vida solos, me refiero por ejemplo, en un viaje en auto, o tal vez en
un cuarto de hotel, o simplemente en tu casa cuando toda la familia ha salido y
tú has decidido quedarte; yo por ejemplo, viajo continuamente por carretera por
mi trabajo, regularmente voy solo y a veces son trayectos de tres hasta doce
horas.
Regularmente hoy en día, en una circunstancia así, podemos
ir escuchando música, pero a mí en lo personal, hay momentos en que tengo que
pasar por carreteras que están prácticamente en medio de la nada y hay algo que
me gusta hacer, apago la música, abro la ventana y a pesar del aire que entra
por la ventanilla, el silencio es tal, que casi se puede oír, ¿me entienden? y algo
que suelo hacer muy seguido es hablar conmigo mismo, a veces en silencio, a
veces en voz alta; o suelo hablarle a los animales que logro ver a los lados
del camino o a los pájaros que vuelan por encima de mí, como si me oyeran, y me
contesto a mí mismo por ellos.
Algo así sucede en el libro, esta novela corta, narra la
historia de Santiago, un viejo pescador, muy experimentado, en la historia,
Santiago lleva 84 días saliendo al mar sin lograr pescar nada, en estos días lo
había acompañado Manolin, un jovenzuelo aprendiz de pescador al que aprecia
profundamente, sus padres le hacen enrolarse en otro barco que tenga mejor
suerte con la pesca, en contra de su voluntad, Manolin deja a Santiago, aunque
sigue visitándolo y preocupándose por él.
El viejo Santiago, decide hacerse una vez más a la mar esperando
tener suerte esta vez, y es con este último viaje que se desarrolla la mayor
parte de esta historia, el viejo se adentra demasiado en mar abierto buscando
un gran pez para pescar, por fin lo encuentra, pero este es más grande que la
propia barca del viejo; decidido a no dejarlo escapar, el viejo se deja
arrastrar por él, esperando el momento justo para matarlo.
El libro narra una serie de recuerdos y pensamientos que
tiene el viejo, completamente solo en el mar durante esta travesía, además de descripciones muy vividas de los acontecimientos
durante su lucha por atrapar a aquel gran pez, esto para mi es la parte más
interesante del libro; cuando por fin logra atraparlo y emprende el retorno a
casa, nuevamente se ve enfrentado a una serie de peripecias, entre ellas,
tiburones, con los que lucha valerosa y ferozmente, pero que acaban por comerse
el gran pez que había atrapado antes de lograr llegar a puerto.
El viejo arriba a puerto “derrotado”, con la espina del gran
pez como único trofeo, sin embargo aquellos restos sirven de prueba de la gran
hazaña y por consiguiente le devuelven el prestigio y la admiración perdida.
El libro nos deja grandes enseñanzas, la lucha
del hombre contra la adversidad (en este caso personificada por el mar con sus
grandes peces), el poder de la voluntad, la valentía, la importancia del carácter
ante la decepción, la dignidad aun ante la aparente derrota, la aceptación del
fracaso y aun de la muerte.

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